Capítulo 3

Emilio se despierta. Después de haber soñado con ese hombre tan guapo que no conoce, que ni sabe que existe y que se llama Gonzalo le cuesta volver a dormirse.
--porque mis sueños con el macizo acaban tan pronto... Si no me excitara tanto... podría disfrutar tanto de é...
Está muy ansioso y aunque quiere dormirse en seguida para volver a soñar con él no puede. Cierra los ojos y se excita recordando el rostro, el cuerpo desnudo de Gonzalo.
--¿y porque soñaré siempre con él? sólo con él... ¿¿como es posible que mi imaginación invente semejante hombre tan guapo...? Yo en mi vida he visto un hombre así... Tan guapo, tan perfecto... Es que es una escultura... ¿será que lo vi en algún museo y mi subconsciente le ha dado vida? Sí, tiene que ser eso... Es imposible que exista un hombre tan guapo...
Emilio se excita mucho:
--No puede existir... Yo no puedo imaginar a alguien que existe y no he visto nunca porque si lo hubiera visto... vaya si me acordaría... ¡¡me hubiera muerto del gusto¡¡
Emilio no puede dejar de pensar en ese hombre, en lo guapo que es, en que le gustaría mucho que fuera alguien de verdad y poder llegar a conocerlo algún día...
--como será tener a un hombre tan guapo cerca? Me encantaría verlo ni que sea para charlar con él porqué ya sé que otra cosa es imposible... ¿¿¡como un hombre tan guapo iba a fijarse en mi?¡ Además le asediarían las mujeres... ¿¿como debe ser tan guapo? seguro que es muy feliz, que tiene una vida plena y maravillosa no como la mía... Seguro que es muy querido... ¿porque quien no iba a amar a un hombre tan guapo y tan perfecto como el de mi sueño?
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Gonzalo está feliz en brazos de Juan que lo está penetrando con asco y brutalidad. Gonzalo se siente querido. Jadea feliz. No se imagina que su padre está entrando en el pasillo acercándose a ellos. El hombre está furioso. Carlota lo sigue a distancia.
--yo estoy no me lo pierdo... quiero ver la cara que se le pone al viejo...
Luego sonríe pícara:
--y aunque el rarito sea eso está como quiere y si lo veo desnudo... ¡¡que pena que con él no se pudo y tuvo que ser con el viejo del padre¡¡
El hombre está llegando al cuarto mientras que la pasión entre los dos amantes es cada vez mayor.
--¡¡yo le voy a enseñar a esa cualquiera que en mi familia lo que somos es puro macho¡¡¡¿¿cómo se le ocurre manchar así mi nombre¡¡¡un hijo mío no es maricón¡¡eso es imposible¡¡cuando descubra que no es verdad yo mismo voy a correr a esa ramera.
Gonzalo padre ve a Carlota espiando:
--¿¿qué haces tú aquí??
Carlota se iba a ir pero el hombre la agarra del brazo y la arrastra con él:
--¡¡que bueno que estás aquí así te corro de inmediato¡¡
Carlota se enfrenta a su amante:
--¡¡a mi nadie me va a correr porqué yo dije la verdad¡¡
El hombre quiere golpear a la empleada pero ella se lo impide:
--¡¡no, no, escuche... y diga si esos gemidos que se oye en el cuarto del chofer no son de dos hombres¡¡
Gonzalo padre se da cuenta que su amante tiene razón y va furioso a esa habitación aunque está seguro que no va a encontrar a su hijo:
--¡¡ese degenerado del chofer me va a oír... hasta soy capaz de matarlo¡¡ --dice amenazando con un arma.
--baja esa arma... te vas a meter en un lío...
--¡¡en lío se metió ese¡¡
El hombre irrumpe en el cuarto con violencia. Carlota se mantiene a distancia para no salir herida pero tampoco se quiere perder un espectáculo que sabe que va a estar bien bueno, en especial si puede ver a Gonzalo, que es su favorito de los dos, desnudo. Gonzalo padre se queda de piedra al ver que efectivamente es su hijo. A Carlota le excita mucho ver como Juan está montando al guapo Gonzalo. La pasión de los dos amantes es tan bestial que no han oído el ruido de la puerta y siguen con lo suyo. Gonzalo padre horrorizado los apunta a los dos con el arma:
--¡¡los voy a matar degenerados¡¡
Gonzalo mueve la cabeza y se hunde al ver a su padre. El hombre está como loco:
--¡¡por eso defendías a esas bestias... a esos virus¡¡¡tú eres uno de esos¡¡
Gonzalo se levanta a toda prisa desnudo y tirando a Juan en la cama. Carlota cierra los ojos aunque no mucho. Ha logrado lo que quería y está feliz. Gonzalo se cubre con una sábana mientras se acerca a su padre:
--papá entiendeme...
El hombre mira a su hijo como si tuviera la peste y lo rechaza:
--¡¡no te me acerques¡¡Bestia inmunda¡¡
Gonzalo está muy triste, sus ojos se llenan de lágrimas:
--papá... ¡¡soy yo, tu hijo¡¡Por favor... ¡¡Esto no puede estar por encima de que seamos padre e hijo¡¡
--¡¡no... yo no tengo un hijo maricón¡¡
--¡¡yo soy como soy, amo a Juan y es lo que quiero¡¡
Gonzalo padre golpea a su hijo con la pistola y lo tumba al piso mientras lo apunta con el arma dice:
--¡¡y pensar que tu madre dio la vida para que tú nacieras¡¡¡yo mismo pedí que salvaran tu vida... si lo llego a saber te hubiera dejado morir¡¡
Gonzalo se levanta, se le ha caido la sábana y está desnudo otra vez. Carlota salta del deseo, Gonzalo se pone con los brazos en cruz y, manteniéndose desnudo (para gozo de Carlota) dice a su padre:
--ahora tienes la mejor oportunidad... ¡¡matame¡¡
El hombre está por apretar el gatillo, sin ponerse delante, Juan agarra del brazo a Gonzalo:
--¡¡después de todo lo que me he sacrificado por ese dinero este imbécil no me va a dejar sin nada¡¡ --piensa para sí.
--¡Gonzalo... no seas loco... no provoques a tu padre¡¡
El hombre deja de apuntar a su hijo y apunta a Juan:
--¡¡mejor te mato a ti, depravado¡¡tú eres el culpable de todo¡¡tú has llevado a mi hijo por este camino de enfermedad y perversión¡¡tú eres el que mereces morir¡¡
Juan se muere del susto aunque Gonzalo en seguida da la cara por su amado. Se pone frente a Juan y dice a su padre:
--¡¡si quieres matar a alguien me matas a mi¡¡¡¡Fui yo quien buscó a Juan, fui yo quien se le metió en la cama¡¡¡Sí hay algún culpable en esta relación soy yo¡¡
--¡¡maldito asqueroso¡¡ --Gonzalo padre moviendo enloquecido el arma.
A pesar que se muestra valiente, Gonzalo está muy asustado pero se siente demasiado herido y ya todo le da igual. Le duele mucho que su padre lo quiera matar. Juan no se mete aunque está aterrado:
--¡¡maldito viejo --dice para sí-- encima del asco que supone para mi... ¿¿¿porque no se ha muerto ya? ¡¡ojala esto acelere el veneno porque sino no estoy perdido¡¡
Gonzalo padre  se deja llevar por el odio y apretando el gatillo dice:
--¡¡yo tuve un hijo bien macho, no una maricona¡¡estás mejor muerto¡¡
Carlota cierra los ojos:
--¡¡ay que el guapo se va al infierno y el viejo a la cárcel¡¡ --murmura.
Se oye un disparo....

Emilio se ha vuelto a quedar dormido. Sonríe y es que está feliz. Está soñando con su hombre guapo. El hombre igual a Gonzalo. Éste hombre está desnudo en sábanas de seda. Las sábanas cubren su parte más interesante. El hombre va provocando a Emilio con su cuerpo y sin dejarle ver la desnudez total de su cuerpo. Emilio está como loco. Se siente muy excitado y está seguro que pronto se va a despertar y es consciente de eso y le da mucha rabia. Mientras se toca sensualmente el pecho Gonzalo tiene la otra mano debajo del cuello. A Emilio le pone muy cachondo el sobaquillo de ese hombre tan guapo. El macizo va provocando a Emilio, estira los brazos, se va tocando, se sienta en la cama pero nunca le deja ver la totalidad de su cuerpo. Emilio está a mil. El Gonzalo del sueño hace señas a Emilio para que se acerque y en ese momento el guapo hombre desaparece. Es algo que nunca había pasado. Antes se despertaba siempre Emilio. Emilio está triste por la desaparición de su hombre del deseo. Lo busca. Lo llama, le dice hombre guapo. Luego se encuentra solo en una habitación oscura. Está muy angustiado. Ahora sí se despierta angustiado. No logra volver a conciliar el sueño. Es como si presintiera que el hombre de su sueño es real y está en peligro...

Gonzalo padre tira el arma al piso aunque no está arrepentido de lo que hizo. Carlota ha cerrado los ojos.
--¡¡ay que me mataron al guapo¡¡¡
Juan ayuda a levantarse a su amante que sólo tiene una herida en el hombro.
--¿¡estás bien?¿te duele mucho?
--No es nada... --dice Gonzalo triste-- solo fue una herida superficial... mi padre nunca fue bueno con eso de las armas¡¡
--¡¡almenos soy bueno para la cama y sino que se lo digan a la ramera de Carlota¡¡
--¡¡oiga¡¡ --dice ofendida.
Juan le da una patada a la pistola y dice para molestar más a Gonzalo padre:
--¡¡su hijo también es muy bueno en la cama... eso se lo digo yo¡¡
--¡¡yo te mato... yo te mato maricón¡¡
--¡¡usted no va a matar a nadie... ahora usted está en nuestras manos porque si no hace lo que yo diga lo mandamos a la cárcel¡¡ --Juan.
Gonzalo padre se lleva las manos al pecho. Juan sonríe:
--¡muerete viejo¡¡ --dice para sí.
--¿te sientes bien? --le pregunta Gonzalo a su padre.
A pesar que está herido, el guapo Gonzalo con la otra mano quiere tocar a su padre pero el hombre se lo impide:
--¡¡a mi ningún degenerado me toca¡¡Fuera... quiero que te vayas de mi casa¡¡
Juan es el que se mete y dice amenazante:
--¡¡pues eso no va a poder ser... usted me va a aceptar como su yerno y seré tratado en esta casa al igual que su hijo o lo mandamos a la cárcel¡¡