domingo, 24 de mayo de 2020
Capítulo 9
Karyme se viste y a su alrededor tiene los cadáveres de Gonzalo padre y Carlota y el notario.
--Todo salió muy bien... todo salio perfecto... Y ahora un pequeño toque para acabar mi obra de arte...
Coloca la pistola en manos del viejo para que parezca que se suicidó y luego desabrocha los pantalones al notario y le descubre los genitales:
--¡¡nadie dudará que esta perdida estaba haciendo sus cositas con el notario y el viejo los sorprendió¡¡
Karyme sale del cuarto:
--Lo más importante es que nadie sospechará de mi y Gonzalo es el único heredero... y ahora sólo me falta esperar que alguien descubra mi obra de arte...
En el departamento de Francisco, Juan ha sorprendido a Gonzalo y a Francisco desnudos y abrazados. Francisco se cubre con una toalla con rapidez. Gonzalo se angustia temiendo que su amado tenga celos...
--¡¡no es lo que parece¡¡ --dice con desesperación.
Juan lo mira con frialdad, con indiferencia:
--me da igual.
Y se va del baño. Gonzalo se queda muy preocupado:
--crees que se molestó... ?
--no parece...
A Francisco le da pena decirle a Gonzalo que se ve claramente que Juan no siente amor por él y Gonzalo no quiere verlo así. Se pone una toalla y va a salir del baño pero Francisco lo retiene:
--no pasó nada y Juan se dio cuenta... No te preocupes...
--es que yo estoy seguro que se puso celoso...
--pues si es así mejor que dejes que se le pase... duchate, relajate y luego hablas con él... yo ya me habré ido a trabajar... Los dos estareis más tranquilos...
--es verdad.. seguro que ahora debe sentirse muy mal... pobrecito...
Gonzalo en el fondo es lo que desea, que a Juan le haya dolido pensar que hay algo entre él y Francisco. Le duele pensar que le dé igual. Francisco sí se ha dado cuenta que a Juan no le importó pero no quiere hablar claro. Francisco deja solo a Gonzalo. El guapo hombre se da una ducha. Algo siempre le ha atormentado:
--Juan me ama... claro que me ama...
No quiere reconocer que su relación con Juan no es lo que soñó, que le gustaría que él fuera más entregado. Pero no quiere reconocer que no lo ama, jamás sospecharía que a Juan ni siquiera le gustan los hombres, que lo único que le interesa de él es el dinero.
--Lo que pasa es que no todos amamos de la misma manera, Juan no es tan apasionado, no demuestra las cosas como yo pero eso no quiere decir que me quiera... Él me ama tanto como yo a él... a lo mejor incluso más...
Gonzalo frota su pecho, sus piernas para llenarlas de jabón y luego aclararse... Se pasa las manos por la cara, por el cabello... Sale más tranquilo... ha oído la puerta... Ahora sí Francisco no está. Sale del baño desnudo y mojado. Se va secando con la toalla camino del cuarto. Entra desnudo, con la esperanza de provocar el deseo de Juan pero como es lógico Juan sentado en la cama lo mira con indiferencia. Revisa su móbil. Gonzalo se sienta a su lado.
--oye lo que viste...
--ya te dije que me da igual....
Juan se levanta de la cama y deja solo a Gonzalo. Gonzalo quiere pensar que está molesto Juan está pendiente de un mensaje de Karyme que ha recibido: "prende el canal 4..."
Juan como quien no quiere la cosa obedece. Están dando un noticiero. Dan información en directo:
--este terrible asesinato se ha producido en la mansión del famoso empresario Gonzalo Altamirano del Castillo...
Los ojos de juan brillan por la ambición pero lo disimula:
--¡¡mi amor¡¡¡corre... tu papá está en la tele¡¡
Gonzalo va corriendo a pesar de estar desnudo:
--en la tele?? mi papá?¡¡¡
Gonzalo mira con el rostro desencajado como sacan tres cadaveres de la mansión. La reportera muy agitada por el notición que está dando:
--la policía ha cerrado el caso... todo está muy claro... el empresario descubrió a su prometida en situación comprometida con otro hombre y los mató a los dos y luego se suicidó...
Gonzalo está muy impactado por lo que está oyendo. Se sienta en el sofá, casi no puede ni respirar.
Emilio estaba viendo una telenovela que le gusta mucho y se la han interrumpido para dar este avance. Pone el teletexto para no ver imagenes que no le gustan.
--¡¡que fastidio¡¡¡me podían preguntar si a mi me importa lo que le pase a esa gentuza¡¡
Lejos está el chico de imaginar que se trata de una noticia que está golpeando mucho a Gonzalo, el hombre idéntico con el que sueña...
Gonzalo no da crédito a lo que oye.
--¡¡no puede ser... no puede ser¡¡
Está pálido. Juan está feliz con la noticia:
--Karyme no me ha fallado... ¡¡no me ha fallado¡¡ --dice para sí-- aunque no esperaba que fuera tan espectacular...
Juan toma de la mano a Gonzalo aunque por dentro se ríe se muestra muy triste:
--lo siento mucho, mi amor.
Gonzalo no le dice nada. El rostro del guapísimo hombre está lleno de lágrimas. Mira las noticias sin creerselo. La periodista sigue sin hablar:
--el empresario estaba apunto de casarse la cachifa fallecida y además iba a desheredar a su único hijo pero no llegó a firmar el testamento...
Los ojos de Juan brillan.
--¡¡por fin --dice para sí-- todo va a ser mío, ¡¡mío¡¡
Gonzalo se levanta. Apaga la televisión. Juan lo abraza por la espalda:
--¿y ahora que hacemos? supongo que...
Juan lo que le iba a decir es que deben ir a la mansión de inmediato pero Gonzalo no lo deja seguir:
--pues enterrar a mi padre...
--si ya pero...
Gonzalo no le deja seguir, está muy aturdido:
--Juan, ahora no quiero hablar... aunque él se portó mal conmigo... aunque ya no me consideraba su hijo pues mi deber es estar a su lado...
--¡¡claro... eres su hijo... su heredero... no llegó a cambiar el testamento... tú tienes todos los derechos¡¡
--Con o sin testamento yo tengo todos los derechos... tú sabes que a mi ese dinero no me importa ¡¡me vale gorro quien se lo quede¡¡
Gonzalo va a su cuarto. Juan se lo queda mirando riendo:
--pues que bueno --dice para sí-- que ves las cosas así porque todo tu dinero va a ser para mi.
Gonzalo entra el cuarto y busca la ropa más oscura. Juan va con él.
--aunque tu padre no me queria, yo siento mucho lo que ha pasado... Debió estar mal de la cabeza... claro si trató de matarte a ti no nos ha de sorprender que matara a la cualquiera esa que nos delató...
Gonzalo se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡esto es un horror¡¡¡jamás me imaginé que mi padre fuera capaz de hacer algo tan horrendo pero tú tienes razón... me quiso matar a mi y eso jamás lo podré olvidar... ¡¡jamás¡¡
Gonzalo tiene ojos de sangre, Juan lo consuela falsamente:
--yo estoy a tu lado... voy a estar a tu lado en este mal trago...
--No te ofendas pero prefiero que no... Mi padre seguro que no quería que yo estuviera presente así que menos tu...
--pero soy el hombre que te ama... Tu futuro marido ¿no?
--ahora no es el momento de pensar en eso... Juan... si de verdad me quieres... dejame ir...
--si claro...
Juan lo abraza:
--solo recuerda lo mucho que te amo...
Aunque las palabras de Juan son vacias de sentimientos Gonzalo las cree sincera y así se siente mejor. No ve la cara de burla de Juan...
Cuando ya se ha ido, Juan empieza a saltar sobre la cama:
--¡¡se acabó... se acabó¡¡¡este infierno infernal se acabó¡¡¡sólo un poco más y me libro de este asqueroso¡¡los días en los que me podrá tocar se acaban muy pronto... dentro de nada pondré mi precio y va a ser muy caro... ¡¡el horror que me has hecho vivir sólo se paga con una fortuna y me la voy a cobrar enterita... no te voy a dejar ni un centavo... ¡¡guarro¡¡
Juan sonríe con crueldad:
--¡¡y eso va a ser muy pronto... ni creas degenerado que voy a dejar que hagas luto por la basura que tenías por padre¡¡¡no vamos a casar ya¡¡ya¡¡
Gonzalo no quiere ceremonias, sólo él con su padre. Una sencilla incineración y luego esparce sus cenizas en un acantilado. Está muy triste:
--te perdono padre. Ahora me doy cuenta que estabas enfermo... Perdoname a mi por no darme cuenta que necesitabas ayuda... si yo te hubiera comprendido nada de esto habría pasado... bueno... almenos ahora ya descansas en paz... Estés dónde estés que sepas que te he querido mucho y espero que ahora entiendas mi punto de vista, mi modo de ver la vida...
Gonzalo abandona ese lugar muy triste. Juan lo está esperando en el departamento con la maleta. Gonzalo lo mira sorprendido.
--¿y esas maletas?¿me dejas?
--claro que no pero supongo que me llevas a vivir contigo a la mansión...
--¿de qué hablas?
--pues que ahora eres un hombre muy rico, supongo que no vamos a vivir de arrimados... no tienes que esperar más... ya sabes que tu papá no cambio su testamento... todo es tuyo...
Gonzalo mira a Juan muy serio:
--creo que ya te dije que no me interesa esa fortuna...
--dijiste que no quieres hablar de eso... suposo que no querías hablar hasta después de los funerales... Ahora es el momento de reclamar esa herencia...
--¡¡no pienso hacerlo¡
Juan se queda de piedra.
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