domingo, 24 de mayo de 2020

Capítulo 26







Francisco entra en la agencia de Gonzalo.
--Francisco, que gusto...
Los dos amigos se abrazan.
--¿pasa algo?
--Hoy le tomaron las huellas dactilares a Juan...
--Pero si se le quemaron...
--pero se regeneran con el tiempo...
--¿y qué con eso?
--que él no es Juan...
Gonzalo sonríe.
--¡¡que tontería es esta¡
--La policia no le ha dicho nada... primero quieren hablar contigo...
Gonzalo se pone muy nervioso:
--¡¡es que no entiendo... ¿me estás diciendo que no se llama Juan?¿que nuestro matrimonio no es válido?
--No, bueno no estás casado con el tipo de la cárcel...
--¡¡¿¿de que me estás hablando?¡
--¡¡que él no es Juan... es igual que él pero sus huellas no dejan lugar a dudas... es otro... se llama Emilio Martinez¡¡
Gonzalo tiene el rostro desencajado.

Emilio está en su celda. Camina de arriba abajo. Recibe la visita de Gonzalo.
--¿ya lo sabes no?
Gonzalo le agarra del cuello:
--¿¿¡¡que le has hecho a mi marido?¿¿¡¡que?
Emilio sufre al ver tanto rencor en los ojos de su amado:
--¡¡Juan nunca te amó¡¡él cobró la herencia que te dejó tu padre y se fue con su novia¡¡
--¡¡mentira... ¡¡tú eres su complice¡¡
--¡¡no... no¡¡te juro que no¡¡¡yo conocí a Juan por accidente, el día antes que te conocí a ti¡¡
Gonzalo esta muy herido:
--¡¡¿¿que son gemelos??
--¡¡que no... no lo conozco¡¡te lo juro¡¡
--tu complice te traicionó... te dejo un año en la carcel...
Emilio trata de acariciarlo pero Gonzalo está muy herido y le dice:
--¡¡te odio¡
Gonzalo se aparta de Emilio que llora. Gonzalo no se apiada de su dolor y lo ataca:
--¡¡no vas a salir de aquí hasta que tú complice aparezca¡¡
--Juan, se fue... él te dejó una nota... ¡¡decía que te odiaba, que le daba asco estar contigo¡¡Juan es un estafador y te estafó a ti como a los demás¡¡Yo sí te amé¡¡
--¡¡no te creo nada¡¡
--¡es la verdad... te la debió dejar para que la vieras pero cayó bajo la cama y yo la encontré¡
--¿y donde está?
--la tiré... era demasiado feliz a tu lado y no te quería perder...
--¿¿¡y pretendes que crea en un mentiroso como tú?¡
Emilio está desesperado:
--¡¡¡he hecho mucho por tu amor me rompi el brazo pa que no supieras que no sé conducir¡¡
--y por eso te quemaste... ¡estas loco¡ por eso el tal Emilio no nos cobraba porque eras tú y claro me diste esas propiedades que fueron compradas con Mi dinero¡¡
--¡¡no... no... Yo vendí la casa de mi madre justo cuando llegamos de la costa azul¡¡lo puedes comprobar¡¡todo lo que hecho ha sido por amor¡¡
--¡¡a cambio de la mitad de mi dinero¡¡Juan y tú van a medias¡¡
--¡¡no¡
--no te creo...
--Te juro que te amo y que sin ti me muero...
Gonzalo está muy dolido:
--¡mentiroso¡
Emilio se pone de rodillas:
--¡¡POR MI VIDA TE JURO QUE TE AMO¡
--¿porqué me has engañado?¿porqué? llevaste tu engaño a la cárcel. Aceptaste tu culpa para no delatar a tu complice...
--¡¡no... yo soy inocente... acepté las culpas de Juan porque te amo y porque sabia que como Emilio me odiarías y que como Juan me amarias aunque en la cárcel¡
--El amor no entiende de engaños... los dos se rieron de mi.
Emilio no soporta ver tanto dolor en los ojos de su amado y que no crea en él.
--¡¡tu me confundiste y yo... jamás nadie me ha amado como tú...¡¡
--¡¡no fue por amor...¡ ¡Fue por dinero¡¡
--¡¡no, investiga... yo no tengo ni un centimo, todo lo que tuve es para ti¡
--¿y porque el engañó?
--Yo estaba solo y frustrado... ¡siempre soñé con amar a un hombre guapo y tú cumpliste mi sueño¡¡besarte, tocarte... era lo que siempre soñé¡¡
--¿¿solo soy sexo¡¡¿¿solo eso fui para ti?
--me enamoré de lo bueno que eres... no me importa si eres guapo o no... ¡¡te lo juro¡¡
--¿y como te lo voy a creer si me has estado mintiendo todo este tiempo¡¡
--¡¡te juro que no... yo antes de conocerte soñaba contigo¡¡
--por favor... ¡¡te juro que es verdad¡¡ ¡Hay una vidente en Sadadell... de allá soy, se llama Maruja... Ella me leyó las cartas... me dijo que en mis sueños me darían la clave de mi felicidad... ¡¡yo soñé que me esperabas en Niza y fui a buscarte¡¡Conocí a Juan...Su novia me dijo que fuera al hotel dónde tu estabas pero no me dijo para qué¡¡y yo fui sin saber que me esperaba¡¡y te encontré a ti¡
Gonzalo recuerda ese día con amor, no dice nada.
--¡¡Gonzalo... tú te diste cuenta que algo pasaba... que yo era otro, que te amaba más¡ --Emilio.
Por el rostro de Gonzalo deslizan lágrimas de sangre:
--¿¿donde está mi marido??¿¿qué relación tiene tú con el?
--nada... nada... lo vi con su novia...
--¡¡estás mintiendo ¿¿tu le hiciste algo? ¡¡te va a pudrir en la carcel con quieras que sea...¡¡
Gonzalo se gira y Emilio lo abraza:
--¡¡dejé mi trabajo por ti, por lo que me dijo la vidente...¡
Gonzalo lo mira:
--¿una vidente ¿eres tonto o qué?
--todo fue por amor...
--Tal vez no lo hiciste por ambicioso... pero tú no me amas... el sexo no es amor...
--¿¿¡y crees que solo por sexo pasaria por el infierno de estar en la cárcel?¡
--eres un vicioso y un deprimido sí... Tal vez no actuaste con maldad pero tendrás que pagar por tu delito...
--Mi mayor castigo es tu odio...
Gonzalo es prisionero del dolor de Emilio pero no quiere que le conmueva. Gonzalo pide que le abran la celda y no escucha las suplicas de Emilio que cae al piso llorando. Se siente morir cuando Gonzalo desaparece. El hombre sufre al oir llorar a Emilio pero no puede creer en él. Gonzalo trata de recordar un momento feliz al lado de Juan pero todos son de Emilio.

Gonzalo deja con lágrimas en los ojos el apartamento que ha compartido con Emilio y regresa con Francisco.
--otra vez me quedé sin trabajo pero saldré adelante... No quiero nada de ese...
--No dejes que la rabia te ciegue... ¿porqué Emilio te iba a engañar?
--¿es que no me escuchaste?
--si Juan cobró la herencia de tu padre, sólo queria tu dinero... ¡¡pero ya está¡¡¿¿que tenia que hacer Emilio en tu vida??
Gonzalo se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡no sé... no sé¡¡pero es imposible que no se conocieran ¡¡parecen gemelos¡
--Sí es raro pero no es imposible ¡¡si hasta yo me di cuenta que el que regresó en la luna de miel si te amó¡
--¿y entonces?
--Yo creo que Emilio es un pobre chico, tú lo confundiste y él se deslumbró... pero te ama... te ha dado todo lo que tenía te ama...
Gonzalo llora.
--¡¡no sé... no sé...¡¡me voy a volver loco¡¡

Por otro lado, un hombre de mediana edad (Andrés García) Está leyendo en el periódico el caso de la suplantación:
--Mis hijos... son mis hijos... ¡¡ya no me puedo quedar al margen¡¡no¡¡

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